“Los pintxos son una gran cocina en pequeñas porciones”. Esta frase, del célebre Patxi Bergara, del Bar Bergara de Gros, resume a la perfección la filosofía de los Premios Más Pintxos 2015, cuya entrega de galardones se celebró la pasada semana en el Abarka de Hondarribia. Allí se dieron cita los artífices de algunas de las mejores barras de Gipuzkoa.
Pasado, presente y futuro de la cocina en miniatura guipuzcoana se reunieron en un agradable aperitivo, primero, y en torno a la mesa, después. Los Premios Más Pintxos 2015 no pudieron tener un escenario mejor que el Abarka de Hondarribia, donde se repartieron los galardones y se eligió, además, el Gran Premio Keler.
Un menú a la altura del evento
Lo cierto es que el menú de la noche fue excepcional. Luis Mari Bujanda, jefe de sala y alma máter del Abarka, y Natxo Gracia, chef del mismo, diseñaron una colección de aperitivos y platos para disfrutar con los cinco sentidos.
Los Premios Más Pintxos 2015 no pudieron tener un escenario mejor que el Abarka
En el aperitivo no faltaron el Jamón Carrasco Guijuelo (Exclusivas Mardu) cortado a mano, la lengua curada sobre patata confitada y trufa negra, una creación de Gorka Irisarri, de la Gastroteka Danontzat; las croquetas caseras, ‘by Natxo’; las mini albóndigas de confit de canard con salsa de soja y pimienta o el pintxo de foie gras de Rougie (Exclusivas Mardu).
En mesa, los comensales pudieron degustar el lomo de merluza confitada con risotto de almejas y txipiron (Pescados Zuzen) y el escalope de foie fresco acompañado de piña a la vainilla y asadito de ajo/puerro. El postre llegó de la mano de pastelería Gorrotxategi y su maridaje de queso de Idiazabal con xaxus. Los cafés, por su parte, llevaron el sello de Cafés Aitona.
Bujanda y Natxo Gracia se llevaron las alabanzas de los comensales
Las bebidas rayaron también a gran altura. Y es que se pudo probar Txakoli Gaintza, el tinto de El Chaparral de Vega Sindoa 2012 y los cavas Vives Ambrós Brut Reserva y Vives Ambrós Rosado 2013. La cerveza, como no podía ser de otra manera, fue de la marca Keler.
El ambiente que se pudo vivir primero en el porche y más tarde en el comedor del Abarka fue excepcional. Patrocinadores del evento, premiados, representantes de la hostelería guipuzcoana, así como de EL DIARIO VASCO, disfrutaron de la camaradería y la complicidad que siempre suele darse en este tipo de eventos.
En ello tuvo también mucho que ver Tito Irazusta, presentador del evento. Irazusta conocía a la perfección los ocho establecimientos premiados y no sólo supo poner en relieve las señas de identidad de cada uno de ellos, sino que también realizó breves y muy entretenidas entrevistas a quienes recibían los galardones.
Nueve premios
Fueron ocho los establecimientos que fueron reconocidos en esta edición de los Premios Más Pintxos 2015. El Bar Bergara del donostiarra barrio de Gros fue galardonado por su labor como pionero en el mundo de los pintxos. Muy cerca de ellos está la Bodega Donostiarra, premiada por el Mejor Tratamiento de los Productos Tradicionales. Unos y otros echaron la vista atrás para recordar cómo fueron sus inicios en el mundo de la hostelería, en el caso del Bergara, y cómo era la anterior Bodega Donostiarra antes de la actual gerencia.
El Bar Zeruko, de la Parte Vieja donostiarra y desde hace unos meses en Barcelona, fue galardonado por su labor innovadora, creadora y emprendedora en el terreno de los pintxos. La inigualable Casa Maruxa, por su parte, fue premiada por ser quien mejor trata el producto gallego. Además, también se reconoció el trabajo del día a día de la Cafetería Euromar de Zarautz.
El Gran Premio Keler, elegido por los asistentes a la velada, fue para el Bar Bergara
El premio al Mejor Tratamiento del Producto Vasco fue a parar al Bar Pottoka de Ordizia. Aitor Urreta, su dueño, no sólo se llevó el bonito galardón conmemorativo, sino que Exclusivas Mardu le regaló una suculenta pata de jamón. El Mejor Tratamiento del Vino fue para el Bar Saski de Zumarraga, un establecimiento en el que se pueden tomar copas de hasta un centenar de referencias. Luis Mari Bujanda, por su parte, entregó el premio Revelación a un cocinero “atrevido pero con los pies en el suelo”: Gorka Irisarri de Danontzat Gastroteka.
El Gran Premio Keler, elegido por los asistentes a la velada, fue para el Bar Bergara. En este caso, no lo recogieron Patxi Bergara y sus sobrinos Monty y Esteban, sino que fueron sus parejas, Blanca, Susana y Katixa, quienes recogieron un premio que expresaba de alguna manera la admiración que tiene hacia ellos quienes pudieron acudir al Abarka el pasado jueves.