El mojo canario es el acompañamiento por excelencia de muchas de las recetas del archipiélago canario. Conocida por ser parte de uno de los platos más tradicionales de la gastronomía de las islas, las ‘papas arrugás’ con mojo picón, esta salsa presenta diversas versiones perfectas para acompañar infinidad de platos.
Hay dos recetas principales de mojo canario: el rojo y el verde; sus ingredientes varían de manera importante
Aunque cuente con diversas versiones, el mojo tiene dos recetas originales: el mojo rojo y el mojo verde. Si te vas a animar con el mojo, coge lápiz y papel y apunta los pasos a seguir.
Para preparar mojo rojo se necesitan dos rebanadas de pan, ajo, pimentón dulce o picante, comino, pimienta cayena molida, pimiento rojo asado, aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino blanco, sal y pimienta negra molida. Para reducir la posible acidez que genera a posteriori el pimiento rojo, un buen truco es añadir también una pizca de azúcar.
En el caso del mojo verde la composición es más ligera, aunque no por ello menos sabrosa. Lleva ajo, comino, cilantro fresco, aceite de oliva virgen extra, vinagre de vino blanco y sal.
En ambos mojos la preparación es muy sencilla. Si vamos a elaborar un mojo canario rojo es tan fácil como triturar los pimientos escurridos, las rebanadas de pan previamente tostadas, los ajos pelados y las especias. Añadir el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta, y probarlo hasta conseguir el equilibrio perfecto.
Si lo que vamos a hacer es el mojo canario verde seguiremos el mismo procedimiento, sustituyendo el groso de la receta, que son los pimientos y el pan, por las hojas de cilantro fresco, sin tallo.
Mojo canario con papas ‘arrugás’
El mojo canario con papas es un entrante único que podemos traer a la península para disfrutar de un picoteo diferente. Hay que tener en cuenta que encontrar aquí las patatas con las que se prepara esta receta no es fácil.
Para elaborar la versión peninsular de las papas con mojo picón seguiremos la receta tradicional, sustituyendo las papas por patatas cherry, que son más fáciles de encontrar aquí y nos hacen la misma función.
Basta con hervir las patatas con piel en una cacerola con abundante sal y agua durante unos 20 minutos. Se comen con piel, por lo que es importante limpiarlas bien antes de hervirlas.
Si lo haces bien conseguirás unas patatas con el exterior doradito y abundante sal incrustada. Conviene preparar las patatas antes que nada, ya que de esta forma aprovechamos el tiempo y podemos ir haciendo los mojos mientras las papas se hacen.