Las aceitunas aportan a las recetas un sabor intenso, por lo que o te encanta utilizarlas o eres de esas personas que, si puede, las separa. En ensaladilla, ensalada, pasta, lasaña, paté, aliño… hay mil opciones para aprovechar estos bocados redondos.
Una receta con aceituna fácil y sorprendente es la de aceituna rebozada rellena de queso
¿Quieres disfrutar de las aceitunas de entrante o picoteo en otro formato? Anímate con el paté de aceitunas. Más conocida como tapenade, esta receta consiste en una mezcla de distintas variedades de aceitunas, anchoa, alcaparras, ajo, tomillo y romero. También existen otras recetas que incluyen tomates secos y sustituyen el tomillo y romero por albahaca.
Pero no te quedes ahí, incluye aceitunas también en tus recetas de pasta y pizza. Son muchos los que piden pizza y pasta con aceitunas pero luego no se animan a echarlas cuando cocinan ellos en casa. En el caso de la pasta, lo mejor es incluir aceituna negras, que quedan perfectas con las salsas de tomate y el pesto rojo. En el caso de la pizza se pueden utilizar aceitunas negras o verdes indistintamente.
Más recetas con aceitunas
El pan y las aceitunas son una combinación que puede dar mucho juego. Desde divertidas recetas de focaccia con la aceituna hasta panes de aceituna y frutos secos, hay varias opciones.
La focaccia es otra forma de hacer un entrante con las aceitunas. Basta con hacer el pan e incluir hiervas aromáticas y aceitunas. Cortado en tiras, es un entrante habitual en los restaurantes italianos.
Aunque en recetas con más cuerpo la aceituna también da un resultado único, como es el caso de los rellenos. El pavo relleno con frutos secos y aceitunas es una buena opción para una comida copiosa con muchos invitados.
Y si no, puedes optar por utilizar la propia aceituna como protagonista única haciéndole un relleno diferente. La aceituna rellena de vermut, de hecho, es un picoteo fácil y de lo más elegante.
Para preparar esta receta de aceituna basta con mezclar vermut y xantana con una batidora, y cuando la tengamos lista rellenar las aceitunas con la ayuda de una jeringuilla o una manga pastelera. El tipo ideal de aceituna es la gordal sin hueso, ya que si son muy pequeñas, rellenas o con hueso, la tarea se complica.
Y si queremos ofrecer aceitunas con diferentes rellenos, se puede optar también por introducirles queso en crema. El toque maestro lo conseguirás rebozándolas; suena extraño pero el resultado es sorprendente a la par que delicioso.