Los menús de establecimientos de comida rápida de Donostia no franquiciados son los que peor nota han obtenido entre las tres capitales vascas en un estudio realizado por la revista Consumer Eroski. La nota obtenida por Bilbao y Vitoria es un ‘bien’, mientras que la lograda por Donostia es un simple ‘aprobado’.
El precio medio del menú donostiarra es de 13,9 euros; el medio nacional, de 12,7
El estudio ha analizado cien menús en diez ciudades en establecimientos de comida rápida que no perteneciesen a franquicias, con el objetivo de que los análisis pudieran ser más dispares. En cada una de esas ciudades se analizaban tres menús del día de establecimientos de comida rápida (compuestos por un plato principal, una guarnición o un entrante, una bebida y un postre), tres hamburguesas, dos bocadillos y dos kebab. Quienes probaban estos platos pedían al empleado del establecimiento que les aconsejara sobre cuál era la opción más saludable.
Los treinta menús analizados en las tres capitales vascas obtuvieron una valoración media diferente. Mientras en Bilbao y Vitoria lograban un 'bien' (la mejor nota obtenida), los donostiarras se quedaban en el 'aceptable’. Hay que señalar también que tres de cada cuatro menús estudiados en las capitales vascas aprobaron el examen de calidad dietética, pero también un 23% lo suspendió: cuatro obtuvieron un 'regular' y tres fueron calificados con un 'mal'.
El precio medio más bajo de entre las ciudades vascas analizadas se dio, precisamente, en Donostia, con 13,9 euros, por los 14,5 de Bilbao y los 15,2 de Vitoria. El precio medio de los cien menús analizados es de 12,7 euros, siendo Pamplona la ciudad más cara en este tipo de cocina (16,4 euros de media) y Sevilla la más barata (7,9). Curiosamente, ambas ciudades alcanzaron la misma nota, un ‘regular’.
Carencias nutricionales
Pese a los relativamente buenos resultados de los menús vascos, se observaron carencias nutricionales y, de hecho, de los 30 menús ocho suspendieron y siete fueron aprobados ‘raspados’, sobre todo por el desequilibrio nutricional de esos menús, que tienden a acumular muchas calorías en pocas cantidades. Frente al exceso de alimentos proteicos y salsas en los menús, los analistas encontraron que sólo un tercio ofrecían fruta o un lácteo sencillo como postre. El pan integral sólo se ofertaba en un 7% de los menús. El agua, por el contrario, en un 90%.