El pomelo es un cítrico que puede dar mucho juego en la cocina: no sólo se toma en zumo, sino también en salsas o incluso asados. La forma más común en que lo hemos consumido es en zumo comercializado, ya que hace tiempo su precio, en fresco, era un poco alto. Ahora, gracias a las comunicaciones, tiene un coste aceptable y es fácil de encontrar.
El pomelo se puede tomar en zumo, en salsas, con pescado, carnes asadas…
Proviene de las Barbados y de allí dio el salto a Estados Unidos, que es el mayor productor junto a China y Sudáfrica. En el litoral mediterráneo, tanto en la zona de Valencia como en Murcia, se cultiva también.
En muchos países el zumo se suele tomar en el desayuno. Hay a quien le gusta la mezcla de ácido, un poco amargo y dulce y se lo toma directamente, sin mezclarlo con un poco de azúcar o con miel como hace mucha otra gente.
Como buen cítrico tiene un alto contenido de vitamina C, también vitamina A, y mucha agua, por lo que al comerlo en gajos da sensación de haberse llenado. Por lo que a los minerales se refiere tiene potasio y magnesio.
Todas estas propiedades pueden incrementarse si se combina con naranja o limón, que también aportan numerosos nutrientes y son sumamente beneficiosos para la salud. Tiene también propiedades antioxidantes y es diurético. Ayuda a prevenir, al igual que la naranja o el limón, los estados catarrales o las gripes.
Entre otros colectivos, el pomelo es un aliado magnífico para los deportistas porque con su consumo pueden reponer los minerales y el agua que pierden en actividades físicas de larga duración. Su zumo es conveniente para ellos.
Variación en la cocina
Gastronómicamente hablando, y más allá del zumo natural y de las diferentes variantes que con otros ingredientes se pueda hacer, el pomelo puede ser un buen ingrediente en ensaladas –aportando una acidez diferente-, al igual que en bizcochos y otro tipo de postres. Una de sus variantes, que no suele ser muy utilizada y que, sin embargo, da un toque especial a los platos, es participando en alguna salsa.
Asimismo, hay quien lo utiliza como parte del relleno de algunos pescados o incluso introduciendo uno entero en el pollo. Eso sí, conviene darle numerosos cortes para que mientras se va haciendo el pollo el pomelo vaya soltando su jugo y dándole su aroma a la preparación.