A veces te encuentras con vinos nuevos de los que no habías oido hablar, ni siquiera habías leído sobre ellos y te da un poco de miedo porque piensas en aventuras que se hacen, sobre todo en la Ribera del Duero, y que no han llegado a buen puesrto porque quienes hacen el vino sólo buscan un rendimiento rápido. Y en algunos casos el nombre del vino tampoco te ayuda. Por eso cuando te encuentras con sorpresas como esta te dan ganas de proclamarlo a los cuatro vientos.
3 Ases se llama este vino que no está hecho sólo para jugar a las cartas (aunque sí es cierto que lo he conocido gracias al Casino Kursaal), se llama así porque hay tres nombres detrás del vino, en el formato que mejor funciona en el mundo del vino: un viticultor que es quien mejor conoce la tierra y las viñas y que se llama Angel Rodríguez, un enólogo que sabe hacer el mejor vino posible y que se llama César Arranz y un emprendedor que es el alma detrás del proyecto, Rubén San Miguel. A eso se une la situación geográfica de la bodega, concretamente en Quintanilla de Arriba o, lo que es lo mismo, la famosa milla de oro de la Ribera del Dueroi, de donde salen todos los grandes vinos de la zona.
3 Ases, un vino tradicional
La etiqueta, el nombre, un proyecto joven me llevaron a pensar que me iba a encontrar con un vino de esos llamados potentes, de esos que gustan a algunos pero que cada día cansan más. Y nada de eso, aquí es donde se va todo al traste porque este 3 Ases es un vino para beber, para comer, un vino hecho a la manera más tradicional de cuando se hacían vinos con estructura pero muy bien construidos. Tienes toda la fruta negra que necesitas al principio, la etiqueta te cuenta 14 meses de barrica y están en su punto justo, no destaca, no molesta es como si se hubiera hecho una con la fruta, y luego está esa sedosidad, esa elegancia, ese equilibrio que en nada se notan los más de 14 grados que dice que tiene.
Y lo que más despista es su precio. Te dicen que se hacen pocas botellas, te hablan de exclusividad y piensas que no son más que palabras para subir el precio y no es así porque el vino se encuentra por debajo de 15 euros y es de esos que parecen mucho más caros. Un vino de los recomendablesd para un regalo perfecto.