Hemos tenido suerte. Los aficionados al vino hemos tenido suerte de que la bobal haya sido tan sana. Suerte de que se encontrara en la región de Utiel Requena. Que esa zona estuviera en un altiplano lindando con Castilla La Mancha. Grandes llanuras a muchos metros sobre el mar. Tierras pobres ideales para el viñedo. Y que los agricultores empezaran a exportar mucho antes de que se supiera lo que significaba exportación. Camiones cisternas a docenas y a cientos que se llevaban el mosto a otros países y a otras regiones para intervenir en grandes vinos. Hicieron dinero y conservaron las viñas.
Pero también hemos tenido suerte de que alguien como Toni Sarrió se obsesionara con la bobal y sus posibilidades. Marcó un camino. Y bodegas familiares con un gran potencial como lo es Dominio de la Vega, han conservado cepas prefiloxéricas aún sabiendo que les daban poco rendimiento pero sabían que así conseguían una gran calidad. Y además han sido atrevidos. Plantaron syrah, cabernet sauvignon que removieron con sus bobales, macabeos y garnachas. Rompiendo esquemas con elegancia, dicen ellos.
Interviene Daniel Expósito, el enólogo de la bodega para hacer una serie de vinos marcados, en primer lugar por su interés desde la etiqueta. Lees bobal, cabernet sauvignon y syrah y enseguida piensas en una asociación que no debe salir mal. Pero también piensas en el desastre que puede ser si alguna variedad no se porta bien. Confías en que le han dado un premio como enólogo del año a Daniel que todo saldrá bien. Y confías en que ponen en el mercado el vino después de reposar en la bodega. Que está para beber.
Te llevas el vino a la nariz y llega el aroma de fruta, la bobal en su más alta expresión, con un toque de dulzor muy característico. En boca la misma sensación. Enseguida llega la cabernet que le da profundidad al vino, le da seriedad. Y finalmente la syrah le aporta la frescura de unas flores. Media hora abierta la botella y descubres un vino ensamblado, muy equilibrado, muy elegante. Gran vino a un precio por debajo de los 12 euros. Hemos tenido suerte los aficionados al vino de que exista Utiel Requena y bodegas así